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Carabanchel, Sans Souci y Montmartre: tres míticos cabarets de Cuba antes de 1959

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Carabanchel, Sans Souci y Montmartre: tres míticos cabarets de Cuba antes de 1959
Carabanchel, Sans Souci y Montmartre: tres míticos cabarets de Cuba antes de 1959

AREQUIPA, Perú – Los cabarets en Cuba han sido parte integral de la vida nocturna y cultural del país desde finales del siglo XIX.

En la esquina de San Miguel y Consulado, en La Habana, surgió el primer cabaret bajo el nombre de Carabanchel. Este edificio de tres plantas con 22 habitaciones y también apartamentos se convirtió en el night club pionero de la capital de la Isla.

No fue el único, antes de 1959 varios y famosos cabarets atraían a locales y visitantes por igual, convirtiendo la escena nocturna de la capital cubana, en una de las más bohemias y codiciadas del mundo.

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1. El Carabanchel

A la izquierda, esquina donde estuvo el cabaret. (Foto referencial: Collage CubaNet)

Durante la Guerra de los Diez Años, La Habana se asemejaba más a un cuartel sitiado que a una ciudad, y los habaneros encontraban entretenimiento en espectáculos teatrales, corridas de toros, funciones de circo y panoramas.

Fue entonces cuando se inauguró el primer café cantante de la villa. Este establecimiento marcó el inicio del concepto del consumo mínimo, donde por 25 centavos pagados al portero, los clientes podían disfrutar del espectáculo y asegurarse un refresco.

La dinámica del Carabanchel no difería sustancialmente de los centros nocturnos que le sucedieron y que incluso perduran hasta hoy. Los espectáculos, que a veces duraban apenas una hora, incluían canciones alegres, bailes picarescos, actos de zarzuela o comedia, y hasta alguna pieza sobre temas de actualidad.

Por lo demás, tabaco, vino, y detrás del bar, otra estampa que acompañaría las noches capitalinas hasta 1959, el garito, la sala de juego.

A propósito del calor asfixiante de Cuba, el Carabanchel mantenía sus puertas entreabiertas para dejar pasar algo de aire, aunque también el fresco traía consigo todos los sonidos y alboroto de la calle. Las puertas auxiliares permanecían cerradas para evitar la entrada sin pagar, mientras que la entrada principal estaba vigilada de cerca por un portero.

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1. El Carabanchel

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