MIAMI, Estados Unidos. — Las largas colas en los cajeros automáticos son una de las postales que va dejando el proceso de bancarización iniciado por el régimen cubano a inicios de agosto.
Con menos efectivo circulando en las calles, los cubanos repletan los bancos de la Isla para intentar obtener los billetes que les permitan acceder a los productos básicos.
Este miércoles, en las afueras de una sucursal de Banco Metropolitano ubicada en la intersección de Galiano (Avenida de Italia) y la calle San Rafael, en el municipio de Centro Habana, decenas de personas intentaban sin éxito extraer cash.
Quienes llegaron al lugar en busca de efectivo se quejaban de que los cajeros no tenían dinero.
Tras el anuncio de la bancarización, los expertos advirtieron del caos que podía generar la escasez de efectivo en la Isla, sostén de la mayoría de negocios por cuenta propia y también de la economía informal.
Aunque el régimen cubano indicó que la apuesta por el comercio electrónico forma parte de un proceso gradual y que no se eliminará el pago en efectivo —que sí fue suprimido en establecimientos como los servicentros—, la disminución de la emisión de billetes ha terminado por dejar a muchos cubanos sin dinero.
La falta de efectivo también ha provocado atrasos en los pagos a trabajadores de entidades presupuestadas en varias provincias del país.
Ante ese escenario, el primer ministro del régimen, Manuel Marrero, dejó claro esta semana que la bancarización era una apuesta firme y que ningún actor económico se podía negar a la medida.
Durante una reunión de trabajo desde el Palacio de la Revolución, el alto funcionario indicó que donde estén creadas las condiciones, ningún actor económico puede negar a los clientes el pago de servicios, productos, y demás operaciones comerciales y financieras por los diversos canales electrónicos que se usan en Cuba.
