SAN LUIS POTOSÍ, México.- Candita Batista fue una mujer que rompió barreras y llegó a convertirse en una vedette popular, con una carrera extensa, desde finales de la década de los años treinta del siglo pasado, hasta 2016, cuando los cubanos lloraron su muerte.
Batista nació en Camagüey el 3 de octubre de 1916 e inició su carrera artística en 1932 con un hecho que marcaría un hito en la historia de la música cubana.
Con tan solo 16 años, cantó en Camagüey como solista en la orquesta La Especial, dirigida por Victor Agüero Boza y Aurelio Cedé y se convirtió así en la primera mujer cubana en lograrlo.
Ante un tribunal integrado por figuras como Adolfo Guzmán, Rafael Somavilla, Aida Diestro, Jesús Ortega, Isolina Carrillo, Armando Romeu, Mario Romeu, Fernando Mulens y José Ramón Urbay, fue sometida a una evaluación.
En 1937 se trasladó para La Habana, y pasó a formar parte de la orquesta de Obdulio Morales, que se presentaba con una compañía de artistas negros en el teatro Martí.
Batista, en 1941, alternó en escenarios europeos y norteamericanos con figuras como Josephine Baker, Maurice Chevalier, Nat King Cole, Charles Aznavour, Lola Flores o Michel Legrand.
Más adelante, como integrante de la Compañía Batamú cantó en el teatro Lírico de Ciudad México, junto a Yolanda Montes, Rosa Carmina, María Antonieta Pons, y Mary Esquivel. Numerosas giras por América y Europa la llevaron a grabar discos para los sellos Columbia y Victor.
En 1959 fue contratada en España para actuar en el cabaret Casablanca de Madrid. Viajó por Alemania, Francia, Suiza, Holanda, Italia, Portugal, Bélgica, y Dinamarca. En Alemania se presentó, junto a otras figuras del cine europeo, en la película Mi Tía Susana.
Después de 11 años regresó a Cuba, donde trabajó en el Teatro Martí junto a Candita Quintana y Carlos Pous.
Decidió establecerse en su ciudad natal, donde tuvo una peña al lado del trovador camagüeyano Felo Torres y fundó la orquesta Los Mokekeré.
Su mayor éxito fue quizás su versión de la canción “Angelitos Negros” pero memorables son también sus creaciones a partir de los pregones cubanos.
Candita fue universalmente conocida como la “Vedette Negra de Cuba” y ovacionada en al menos 20 países.
El primero de febrero de 2011 recibió el Premio Nacional por la obra de la vida, en reconocimiento a sus más de 75 años de carrera artística. Obtuvo además, la Medalla Alejo Carpentier, la Distinción por la Cultura Nacional y la placa conmemorativa 45 Aniversario de la Universidad “Ignacio Agramonte Loynaz”.
Falleció el 1ro de abril de 2016, a sus 99 años de edad.
