AREQUIPA, Perú – El Ministerio de Exteriores de Rusia ha confirmado que el dictador sirio, Bashar al Assad, ha abandonado el país después de que el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante) tomaran Damasco este domingo en la madrugada.
Con la capital bajo el control de los insurgentes y Al-Assad en la clandestinidad, Siria amanece por primera vez en más de 20 años fuera del yugo de su régimen.
“Como resultado de las negociaciones entre Bashar al Assad y varios participantes en el conflicto armado en el territorio de la República Árabe Siria, ha decidido dejar el cargo presidencial y abandonar el país, dando instrucciones para llevar a cabo la transferencia de poder pacíficamente”, señala el Kremlin en un comunicado.
El Gobierno de Vladimir Putin, aliado de Siria, no brindó apoyo durante la ofensiva rebelde de los últimos 11 días que resultó en la caída del régimen. Asimismo, ha afirmado que no participó en las conversaciones entre los insurgentes y el dictador.
Desde 2011, Siria ha vivido una guerra civil encarnizada hasta el colapso gubernamental. Según informó la agencia AFP, los rebeldes aseguraron que se abre “una nueva era” para Siria tras más de 50 años de baazismo y exhortaron a sus connacionales que huyeron del país para que vuelvan a la “Siria libre”.
Asimismo, los insurgentes declararon que Damasco está “libre del tirano Bashar al Assad“, según reporta la agencia EFE.
Ante la caída del régimen, el primer ministro sirio Mohammad al-Jalafi, instó a los rebeldes y la oposición a “pensar en el país” y al “extenderles la mano” pidió que no se dañará a nadie.
Siria: guerra civil y un régimen longevo
El dictador Bashar al-Assad tomó las riendas de Siria en el año 2000, después de que su padre gobernara durante casi tres décadas.
Unos 11 años después de su ascenso al poder, una protesta pacífica en contra de Al-Assad dio pie a una guerra civil que ha arruinado el país e involucrado a potencias de todo el mundo.
Debido al conflicto, más de medio millón de personas murieron y 12 millones han escapado de Siria. De ese total, cerca de cinco millones son refugiados o solicitantes de asilo en el extranjero.
Antes de la reciente escalada rebelde, Bashar al Asssad consideraba la guerra civil como concluida y el territorio árabe bajo su control. Ello, tras dominar la mayoría de las ciudades de Siria con la ayuda de Rusia, Irán y grupos apoyados por Teherán.
Sin embargo, los aliados de Al-Assad estuvieron en los últimos tiempos distraídos y diezmados con sus propios conflictos, mientras las fuerzas insurgentes se prepararon para el contraataque.
Hayat Tahrir al-Sham: la resistencia
Hayat Tahrir al-Sham surge en 2017 y supuso un giro en los acontecimientos del conflicto civil. El grupo yihadista se había formado originalmente en 2012, cuando se denominaba Jabhat al-Nusra y se les vinculaba con Al Qaeda.
No fue hasta 2017 que la organización se desvincula del citado grupo terrorista y toma un nuevo nombre para derrocar a los Assad y liberar a Siria.
Abu Mohammed Al Jolani, de 42 años y líder de la HTS, ha obtenido el apoyo de la sociedad siria en los últimos años, logrando hacerse con el control de Idlib, una ciudad considerada como el foco principal de la resistencia.
Régimen de los Assad: aliados del Castrismo
Las relaciones entre el régimen cubano y Damasco contaban hasta este domingo con cerca de 60 años de historia. Cuando se agudizó la crisis de los 90 que Fidel Castro bautizó como “período especial”, Siria ayudo a la dictadura de la Isla con barcos de petróleo que aliviaran los apagones eléctricos.
Mientras la guerra civil se recrudecía en Siria, y miles morían, el gobierno de Raúl Castro envió entre 2016 y 2019 toneladas de medicamentos cubanos para apoyar a Al-Assad, entre ellos fármacos contra el cáncer y vacunas contra el tétano, la gripe y la hepatitis B, según reporta la agencia estatal Prensa Latina.
De manera más reciente, el régimen de La Habana envió 240.000 dosis de las vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, tres medicamentos de producción nacional contra el coronavirus.
Asimismo, centenares de profesionales sirios se graduaron de las universidades cubanas en las especialidades de medicina, ingeniería civil, arquitectura, informática, entre otras, en pos de aportar sus conocimientos en favor de la dictadura siria.
A cambio del apoyo de la Isla, Damasco ha supuesto para la cúpula castrista un aliado en la política internacional, una extensión de la propaganda del Partido Comunista al otro lado del océano y otra voz que apoye el discurso contra el embargo estadounidense, principal flagelo para el bolsillo de la dictadura cubana.
