MIAMI, Estados Unidos. – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes nuevas medidas ejecutivas destinadas a fortalecer la seguridad en la frontera sur del país y abordar los desafíos persistentes del sistema de inmigración, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
Entre las nuevas medidas anunciadas se incluye una proclamación bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad que suspende la entrada de no ciudadanos que crucen ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos. “Estas acciones estarán en vigor cuando la frontera sur se vea desbordada”, señaló Biden en un intento por aliviar la carga sobre los agentes de la Patrulla Fronteriza y permitir una eliminación más rápida de aquellos sin base legal para permanecer en el país.
La Casa Blanca precisó que estas acciones no serán permanentes y se descontinuarán cuando el número de migrantes que cruzan entre puertos de entrada sea lo suficientemente bajo como para que el sistema de Estados Unidos pueda manejar las operaciones fronterizas de manera segura y efectiva.
Biden aclaró que “estas acciones también incluyen excepciones humanitarias similares a las incluidas en el acuerdo bipartidista anunciado en el Senado, como aquellas para niños no acompañados y víctimas de trata”.
En consonancia con la medida presidencial, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) publicó una regla para garantizar que los migrantes que representan un riesgo para la seguridad pública o nacional sean removidos lo más rápidamente posible del territorio nacional. “Esta regla mejorará la seguridad y proporcionará consecuencias más rápidas para aquellos que no tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos”, explicó un portavoz del DHS.
Por otro lado, trascendió que el Departamento de Estado impuso restricciones de visas a ejecutivos de varias compañías de transporte colombianas que se benefician del contrabando de migrantes por mar. Asimismo, revocó las visas de más de 250 miembros del gobierno nicaragüense y actores no gubernamentales por su papel en el apoyo al régimen de Ortega-Murillo, que vende visas de tránsito a migrantes.
Por su parte, el Departamento de Justicia lanzó una iniciativa de “Recompensas Anti-Contrabando” para desmantelar las organizaciones de tráfico humano. La iniciativa ofrece recompensas financieras por información que conduzca a la identificación, ubicación, arresto o condena de los principales responsables de actividades de contrabando humano en la región.
Según el comunicado de la Casa Blanca, el DHS también está trabajando estrechamente con socios en la región para detener la migración irregular antes de que los migrantes lleguen a la frontera sur.
El DHS también aumentó el número de agentes en la frontera sur y está refiriendo un número récord de personas a la remoción expedita. “Estamos operando más vuelos de repatriación por semana que nunca antes”, afirmó el secretario del DHS, quien destacó que en el último año se han removido o retornado a más de 750.000 personas, más que en cualquier año fiscal desde 2010.
De acuerdo con el comunicado, Biden dejó claro que, aunque estas medidas son un paso significativo para asegurar la frontera sur y reformar el sistema de inmigración, no pueden reemplazar la acción legislativa necesaria. “El Congreso todavía debe actuar”, enfatizó el presidente.
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