AREQUIPA, Perú – El Banco Central de Cuba (BCC) recibirá una asistencia técnica por un monto de 52.500 euros (equivalentes a 56.730 dólares) para apoyar al país en el combate de delitos como el lavado de activos.
Un reporte de la agencia EFE indica que el aporte fue anunciado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) el pasado jueves en La Habana.
Jaime Díaz Palacios, vicepresidente ejecutivo del BCIE, explicó que esa asistencia —no reembolsable— estará destinada a fortalecer el sistema de prevención para el enfrentamiento al terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva.
El directivo dijo que esa es una práctica extendida a todos los países miembros del BCIE y recordó que en 2022 la institución concedió un primer crédito al Gobierno de Cuba para apoyar distintas líneas de producción de la industria biofarmacéutica, y elevar la capacidad de respuesta a futuras emergencias sanitarias.
La agencia estatal Prensa Latina, señala que el BCIE en el marco de la cooperación continuará su trabajo en la formulación de proyectos para fortalecer la modernización del sector bancario y financiero de la Isla.
Asimismo, Díaz Palacios explicó que contarán como socio implementador con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo desempeño calificó de “muy bueno”.
Según el funcionario, esa operación pretende elevar los servicios bancarios internos, promover la bancarización de las operaciones, así como la inclusión financiera.
El PNUD y el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) “podrán ayudar de manera integral a apoyar en resolver los retos existentes como es la modernización del sistema financiero y bancario cubano”, afirmó el directivo.
Por su parte, el BCC estimó que al término del año 2023 aproximadamente el 30% de las transacciones aún se realizaban en efectivo, a pesar de la intención del régimen de promover la “bancarización” y restringir las operaciones en efectivo.
Durante la reunión anual de balance del BCC, reseñada por la prensa oficialista en abril pasado, se mencionaron las dificultades que persisten en la implementación del proceso de “bancarización”, encaminado a reducir el uso del efectivo, el cual sigue siendo predominante en las transacciones internas.
Entre los “desafíos” mencionados en el informe del BCC se encuentra la resistencia de los proveedores de bienes y servicios a aceptar pagos por medios electrónicos, así como deficiencias en las medidas organizativas y de control por parte de los reguladores y los actores económicos que no utilizan de manera adecuada sus cuentas bancarias para actividades comerciales.
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