Este 21 de noviembre, el Banco Central de Cuba anunció el inicio del pago a los jubilados y pensionados del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS).
Las sucursales bancarias y Casas de Cambio (CADECA) del país ofrecerán atención prioritaria a este grupo poblacional durante las tres primeras horas del día, con el objetivo de agilizar el proceso y garantizar un mejor servicio.
Para quienes reciben sus pensiones a través de tarjetas magnéticas, el acceso a los fondos puede realizarse sin necesidad de acudir físicamente a las sucursales.
Las plataformas digitales como Transfermóvil y Enzona, así como los cajeros automáticos, permiten consultar saldos y realizar transacciones de manera rápida y sencilla, señala el BCC en una nota.
Además, estas tarjetas pueden ser utilizadas como cuentas personales que ofrecen funciones adicionales como:
- Cuentas de ahorro.
- Depósitos y extracciones.
- Transferencias electrónicas.
- Pagos digitales.
Sin embargo, a pesar del comunicado del Banco Central de Cuba son bien conocidos los problemas para acceder a salarios y pensiones y las largas colas que deben hacer las personas para extraer un dinero que les corresponde.
Críticas al sistema de pensiones en Cuba
Este anuncio llega en un contexto marcado por el debate sobre la insuficiencia de los ingresos para jubilados y trabajadores en Cuba. Los pensionados cubanos reciben entre 1,528 y 1,733 pesos mensuales, cifras que son insuficientes para cubrir necesidades básicas.
El economista cubano Pedro Monreal ha calificado estas pensiones como “de miseria”. En un análisis publicado en redes sociales, argumentó que los ingresos actuales no permiten satisfacer de manera estable las necesidades materiales elementales de la población.
Monreal destacó además que, aunque el desempleo no sea un problema significativo, la desvalorización de los ingresos laborales (salarios y pensiones) ha generado un empobrecimiento creciente.
Según el economista, la pobreza en Cuba afecta principalmente a quienes dependen de un salario estatal o de una pensión, ya que los montos percibidos no se ajustan al costo real de la vida en el país.