Observadores independientes que monitorean el desarrollo de las Asambleas de Rendición de Cuentas de los delegados del Poder Popular a sus electores en la Isla señalan la baja participación de los mismos en el proceso y la recurrencia de temas sobre la crisis generalizada que vive el país.
De acuerdo con cifras oficiales, hasta el 15 de noviembre está prevista la realización de más de 65 mil de estos encuentros.
Los grupos de Observadores de Derechos Electorales (ODE) y Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE), junto a otras iniciativas, han participado en 12 de estas reuniones del delegado con sus electores en los municipios Centro Habana y Cerro, de La Habana, y en los municipios Báguano y Antillas, en la provincia de Holguín, en el oriente de Cuba.
“Mucho de lo que pensábamos es lo que está sucediendo, al menos en estas asambleas que hemos podido monitorear. Hay mucha preocupación de nuestra parte con, por ejemplo, los porcientos de asistencia. Estuvimos en una asamblea aquí cerca, en el Casino Deportivo, circunscripción 80, donde no había más que 32 personas, y deberían de estar ahí los CDR 1, 2, 3 y 15, es decir, 271 electores”, dijo en el podcast Derechos+Derechos, Marthadela Tamayo, de ODE.
Al respecto, Dunia Alonso Hernández, residente en el barrio de Cojímar, en la capital del país, recalcó a Martí Noticias que nunca ha asistido a una asamblea de rendición de cuentas.
“¿Por qué nunca he ido? Porque nunca he pertenecido a ninguna entidad gubernamental, porque no me representan. ¿Por qué sé que las Asambleas de Rendición de Cuentas no resuelven ningún problema? Porque, si no, los problemas en este país se hubieran resuelto en sesenta años. A esas reuniones van cuatro gatos, ya el cubano no va a ellas”.
Tamayo se refirió también a los principales planteamientos en las reuniones: los problemas que enfrenta la población con la “recogida de basura, el transporte, la alimentación y la electricidad”.
Relató que, en algunas de las reuniones visitadas, los delegados respondieron a las quejas de los vecinos, asegurando que ellos no estaban en condiciones de resolver las necesidades sobre el agua, la corriente, la basura, los alimentos “porque eso es, primero, un asunto comunitario” y, en segundo lugar, porque es el “bloqueo” (embargo económico impuesto por Estados Unidos al régimen cubano) el causante de las penurias de la población.
El activista político Manuel Cuesta Morúa, que colabora con COPE, indicó que lo constatado en las asambleas observadas corrobora la agenda preconcebida, elaborada por el Estado, el Gobierno y el Partido Comunista sobre cómo los delegados deben responder a las quejas de la ciudadanía.
Las dos respuestas son sorprendentes: “la de que es un asunto comunitario, porque el Estado está en todos los lugares y también está en la comunidad. La segunda, por lo que ellos llaman el bloqueo, apunta a esa vieja idea de un Estado que está tocando cada vez a la puerta de una especie de neocolonialismo, porque todo depende de lo que haga un tercer estado, en este caso Estados Unidos, cuando se supone que aquí hay un Estado, hay funcionarios públicos, hay espacios, zonas y empresas para gestionar bienes y servicios”, señaló Cuesta Morúa.
La presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Corralillo, María de los Ángeles Díaz Rodríguez, en entrevista reciente con la prensa estatal, sostuvo que la función del delegado está enfocada a la gestión de los planteamientos, al intercambio con las administraciones y empresas municipales, así como al traslado de cada una de las respuestas, sean positivas o no, a sus electores.
En su intervención en la primera asamblea de rendición de cuentas de este periodo, que se celebró en Arroyo Naranjo, La Habana, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, afirmó que “la solución de los problemas no depende solamente de la gestión del delegado, sino que son de carácter objetivo en el contexto de la situación de economía de guerra que enfrenta Cuba”.
Aunque la prensa oficial ha descrito estas asambleas con entusiasmo, la realidad muestra que los electores no lo están tanto.
El diario digital 14ymedio reportó que, en Nuevo Vedado, La Habana, “las asambleas de rendición de cuentas han pasado también con poca asistencia y muchas quejas”.
Tamayo enfatizó en otro punto relacionado “con las agendas preestablecidas que los delegados tienen en sus manos”. En las reuniones de barrio, los apoderados del Estado, han manifestado que no van a tomar nota de algunos de los planteamientos.
“Todo esto confirma el divorcio creciente entre los electores y sus representantes. Una crisis, de nuevo, de la representatividad, en el único ámbito, el único nivel que, supuestamente, los representantes y los representados se están viendo la cara”, subrayó Cuesta Morúa.