Las plataformas independientes Alas Tensas y Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTC) confirmaron este viernes un nuevo asesinato machista. El nombre de Misleidis Díaz, asesinada el pasado 19 de diciembre en Pinar del Río, se añade al penoso registro de feminicidios de este 2023 en la Isla, que ya asciende a 85 casos.
Según informaron las plataformas, Díaz, de 46 años, fue ultimada por su ex esposo delante de los cuatro hijos que tenían en común en Entronque de Herradura, un poblado del municipio pinareño de Consolación del Sur.
Las activistas también alegan que la víctima había denunciado ante la Policía en ocasiones anteriores tratos violentos y amenazas de muerte por parte del presunto agresor, pero las autoridades hicieron caso omiso de su denuncia.
“Las amenazas fueron tantas y resultaron tan creíbles, que hace cuatro días Misleidis fue a la Unidad de la PNR a hacer la denuncia”
“Las amenazas fueron tantas y resultaron tan creíbles, que hace cuatro días Misleidis fue a la Unidad de la PNR a hacer la denuncia”, declaró en redes sociales una fuente que asegura haber conocido a Díaz. “No levantaron siquiera un acta, la mandaron de vuelta a su casa”, añadió, alegando que las autoridades consideraban que las amenazas del agresor eran solo “habladurías”.
La gravedad de la violencia machista en la Isla ha motivado que un grupo de organizaciones y plataformas independientes dirigieran este jueves una carta abierta al Gobierno cubano. Sus reclamos: que el Estado y las instituciones pertinentes ofrezcan datos claros sobre los feminicidios y la violencia machista en la Isla. Los métodos de las autoridades, definidas en el texto como “patriarcales” y “autoritarias”, mantienen en peligro de violencia a más de 16.116 mujeres y niñas cubanas, denunciaron las activistas.
El documento resalta también los constantes esfuerzos de estas organizaciones independientes para recabar información sobre casos de feminicidios y violencia, sobre los que el Estado se niega a revelar datos oficiales u ofrecer colaboración policial.
Las últimas estadísticas presentadas por las autoridades en este sentido cuantificaban 117 asesinatos machistas en la Isla en un período de tres años, desde 2020, cuando los medios y observatorios independientes han registrado casi la misma cantidad solo en los últimos dos años.
Las activistas también recordaron al centenar de mujeres que permanecen presas en la Isla “por razones políticas”, en la mayoría de los casos alejadas de sus hijos y familiares y sufriendo tratos inhumanos en las cárceles.
Es el caso de Lizandra Góngora, separada de su hijo de cinco años, y Lázara Karenia, quien será enviada a la cárcel cuando su bebé cumpla un año. El texto también recordó a Brenda Díaz, una mujer transexual recluida en una prisión para hombres, y el de Aymara Nieto, una Dama de Blanco acusada por segunda vez tras iniciar presuntamente un motín en el reclusorio.
Otros nombres, como los de las hermanas Garrido, Sissi Abascal y Sayli Navarro, también figuran en el plantel de mujeres encerradas por el régimen por su papel como activistas y opositoras en los últimos años, aunque no fueran mencionados en el documento.
Establecer y garantizar el cumplimiento de una Ley Integral contra la Violencia también es una de las peticiones de estos colectivos
Es necesario tomar “medidas efectivas de prevención como (la creación de) comisarías especializadas, fiscalías de género, refugios, protocolos integrales y programas antirracistas”, continúa la carta, que también cuestiona el papel de las autoridades cubanas para controlar la violencia machista en el país, teniendo en cuenta que este año se han contabilizado 85 feminicidios sin que el Estado haya hecho mención a ninguno de ellos o haya expuesto su voluntad para resolver los casos.
Establecer y garantizar el cumplimiento de una Ley Integral contra la Violencia también es una de las peticiones de estos colectivos, que llevan años reclamando la apropiada inclusión y tipificación de la violencia machista en el Código Penal.
“No se puede abrir una nueva etapa para Cuba, de supuesto enfrentamiento a la violencia machista, si se persiste en la criminalización de todo el activismo cívico en el país”, continúa el texto, que insiste en que se devuelva el “derecho de asociación, de reunión, de manifestación y de expresión de todas las organizaciones de la sociedad civil cubana”.
El llamado a la “seriedad” y la “transparencia” de las instituciones, especialmente a las encargadas de proteger la integridad y los derechos de las mujeres, como la Federación de Mujeres Cubanas, fue otro de los puntos tratados por las activistas.
A dos semanas de terminar el año, el registro independiente de feminicidios en Cuba cuenta con 85 casos de mujeres asesinadas en Cuba por motivos machistas, generalmente por sus parejas o ex parejas, y generalmente de forma violenta. La cruenta lista también incluye nombre de adolescentes que no superaban los 18 años, o ancianas de más de 65. En muchos casos, los agresores también atacaron a las familias de las víctimas.
Todo ello pese al empeño del Gobierno por aparentar una política inclusiva y de preocupación por estos casos, que lo llevó a conformar este año un Observatorio para registrar “en tiempo real” los incidentes de violencia machista o los feminicidios. Hasta el momento, el aporte de las cifras oficiales al mejoramiento de esta situación en la Isla, que se agrava día tras día, es nulo.
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