Pavel Maña, un adolescente cubano de 16 años, salió de la escuela el pasado martes y se sentó con otros cuatro amigos suyos en un parque en La Habana. Alrededor de las 4:50 de la tarde, un hombre y una mujer llegaron a donde estaban con un machete, los amenazaron de muerte y se llevaron sus celulares.
Dos días después de poner la denuncia en la estación de la Policía, no han logrado hacer el retrato hablado de los asaltantes para que den con ellos, explica a Martí Noticias Lorena Maña, hermana del adolescente.
“Eso a nosotros nos tiene muy intranquilos y muy molestos. No se ha podido hacer porque no está la persona encargada de ello. Se supone que la policía es la primera que tiene que actuar por la seguridad de su pueblo. Mi hermano y sus amigos son menores de edad”, cuestiona la joven.
Lorena cuenta que mientras el hombre sostenía el machete y los amenazaba de muerte si hablaban, la mujer le quitó a todos los celulares por la fuerza. “Mi hermano corrió con una piedra detrás de ellos pero tuvo que parar porque lo podían matar”, explica.
“Alrededor de ese parque, donde no es la primera vez que asaltan personas, hay lugares con cámaras de seguridad. Por qué la Policía no tiene esas imágenes. Ellos podrían ir con una orden y revisar los videos. Mi mamá está muy incómoda con esta situación, no ha dejado de llorar, le tiemblan las manos. Ella tiene mucho miedo de que le maten a su hijo. La policía debería ponerse las pilas y actuar. Esto no se puede quedar así”.
“Hoy Pavel quiso ir a la escuela y nosotros estamos en un puro nervio. Esas personas lo pueden matar porque mi hermano les vio la cara. Le dijeron que no hablara y nosotros denunciamos porque tenemos que atrapar a esas personas”, dice Lorena.
La joven, que tiene un canal en YouTube, ha estado publicando videos desde el martes explicando lo que le ocurrió a su hermano y sus amigos para que se haga justicia. El lugar donde los asaltaron es conocido como El “Parque del Ahorcado” y está ubicado en los alrededores de la Casa de la Música de Miramar y enfrente de la clínica para extranjeros Cira García.
“Cuba ya no es un país seguro. Asaltan en cualquier parte a los muchachos, a las personas mayores, a las mujeres y a los hombres. Mi familia está sufriendo y pasándola muy mal porque la vida de mi hermano está en riesgo todavía”.
Organizaciones de la sociedad civil cubana advierten sobre las altas tasas de homicidios y violencia en Cuba. Este año el Observatorio de Género Alas Tensas, en conjunto con Yo Sí Te creo en Cuba, han registrado al menos 65 crímenes machistas en el país, casi el doble de los verificados en todo 2022 (36).
Consultado por Martí Noticias, Yaxys Cires, director de Estrategias del OCDH, explicó que constantemente llegan a la organización noticias desde Cuba sobre la el aumento de la violencia en la isla. “Obviamente hay un factor económico, pero ni es el único ni el determinante. El aumento de la violencia se debe principalmente a causas más profundas y sistémicas, relacionadas, por ejemplo, con el sistema educativo comunista en el que ha primado el adoctrinamiento y no el cultivo de valores”, dijo.
En agosto pasado, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC) publicó un “análisis de la quiebra de la seguridad pública”. El informe recoge los datos del primer semestre de este año y analiza las cifras de los crímenes incluidos en el registro.
OCAC identificó 98 reportes comprobados en el primer trimestre: 16 en enero, 48 en febrero y 34 en marzo. De ellos, 42 fueron robos, 33 asesinatos, 17 asaltos y 6 otro tipo de delitos. En el segundo trimestre de 2023 se registraron 189 reportes de crímenes, incluyendo robos, asesinatos, asaltos y agresiones. Las cifras muestran que entre un trimestre al otro “se duplicaron los delitos, de 98 a 189 (para un 92% de crecimiento). De estos, los robos crecieron en un 83% (77 versus 42) y los asesinatos en un 43%. (49 versus 33)”, alertaron.
“No es un problema superficial, sino un reflejo de problemas estructurales más profundos. La falta de inversión en servicios básicos como alimentación, salud, educación y vivienda, así como la violencia estructural y cultural, contribuyen a la escalada de la inseguridad pública”, señala el documento.
Las prensa oficial, aunque ha tratado el tema en varias ocasiones este año, intenta minimizar los hechos. Un artículo del diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, culpó a medios independientes y miembros de la sociedad civil de querer amplificar los crímenes. No obstante, ofrecieron algunos datos que reflejan la inseguridad ciudadana.
“Los hechos violentos que han ocurrido y son descaradamente magnificados o manipulados por sitios digitales enemigos, constituyen el 8,5 % del total de delitos registrados en lo que va de año, y el 60 % de los autores fueron detenidos e imputados”, dijeron.
En medio de este panorama han surgido varias iniciativas para visibilizar la situación. En junio pasado 19 organizaciones políticas, de derechos humanos y de la sociedad civil cubana, agrupadas en tres coaliciones ―DFRENTE, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba y la Mesa de Unidad de Acción Democrática―, junto a otra organización de mujeres independiente, lanzaron el proyecto “Shanti, estrategia global contra la violencia en Cuba”.
El campo de acción de Shanti involucra tanto la violencia de género, como la violencia racializada, la violencia institucionalizada, la violencia económica, la violencia interreligiosa, la violencia infantil y la violencia psicológica.
