MIAMI, Estados Unidos. – La fotógrafa cubana Damaris Betancourt inauguró a finales de mayo una serie de fotografías titulada La cocina de Yahíma revisitada en el Fotofestival de Lenzburg, Suiza. Se trata de un proyecto que reinterpreta una instantánea tomada por la artista hace 15 años, en la casa de una prima en La Habana.
La serie, que enfoca los productos alimenticios entregados en Cuba mediante la llamada libreta de racionamiento, ofrece una mirada poética a la vida cotidiana en la Isla y a las limitaciones del sistema de abastecimiento.
En su página web, Betancourt narró el origen de la serie fotográfica:
En uno de mis viajes a Cuba visité a mi prima Yahíma, que entonces vivía en una casa antigua. Terminábamos de compartir un almuerzo en familia cuando reparé en una luz verde intensa que brillaba al final del pasillo. Seguí el destello hasta llegar a un recoveco destartalado, sobre cuya meseta yacían vasos, platos, botellas vacías, cacharros viejos y un fogón de gas: era la cocina. Una lámpara fluorescente reclinada contra una pared de color esmeralda penetrante era la fuente de la irradiación. Aquel fulgor le daba una aureola poética al rincón, como si de aquella hermosa imagen, Naturaleza muerta verde, pintada por Picasso en 1914, se tratara. Tomé una instantánea: ‘La cocina de Yahíma’.
Damaris Betancourt
Quince años después, en medio de una grave crisis que ha dado al traste con el tradicional sistema de racionamiento, Betancourt ha revisitado y reinterpretado la fotografía inicial. “La cocina de Yahíma revisitada es una interpretación de aquella fotografía. Ha sido proyectada sobre cortinas a fin de recrear la tridimensionalidad del espacio original, y ‘completada’ con la imagen de una pequeña mesa, que impasible ante toda idea de redención, resalta en la penumbra, y muestra los alimentos asignados en Cuba en el mes de agosto de 2023 por persona a través del ‘sistema de abastecimiento”, explica la artista.
La serie destaca una pequeña mesa que exhibe la ración de alimentos asignada a cada persona adulta en Cuba en agosto de 2023. La canasta básica incluye:
7 libras de arroz (3,17 kg)
2 libras de azúcar blanca (0,907 kg)
2 libras de azúcar morena (0,907 kg)
1 libra de frijoles (0,45 kg)
1 libra de guisantes (0,45 kg)
1 libra de pollo (0,45 kg)
0,5 libra de picadillo de res mezclado con soja (0,22 kg)
0,5 libra de aceite de soja (0,22 kg)
4 onzas de café mezclado con algún grano (0,11 kg)
130 g de sal
1 pan blanco (0,08 kg)
5 huevos
Betancourt se presenta en su web como una fotógrafa cubano-suiza, nacida en 1970 en La Habana. “Luego de dos años de educación superior en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, decidí seguir mi verdadera vocación e iniciar una formación autodidacta en la fotografía, que ha sido mi profesión hasta hoy”, cuenta.
La artista llegó en 1993 a Zúrich, donde continuó su formación visual mediante “la colaboración en proyectos cinematográficos y periodísticos, la mayoría de ellos relacionados con Cuba”. Según especifica, “desde hace más de 25 años” sus trabajos se publican en diversos medios de comunicación suizos.
La canasta básica, de poco a casi nada
En septiembre de 2023, autoridades del régimen cubano reconocieron que la crisis económica que atraviesa el país impedía garantizar a los cubanos los alimentos de la canasta básica normada.
En esa fecha, el entonces ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, señaló que la economía estaba “en una situación compleja”. “No tenemos la divisa ni la capacidad para mantener, con los niveles de precios actuales, la importación de algunos productos para la canasta, incluso cárnicos, el pollo y MDM (masa deshuesada mecánicamente), que está por encima de 1.000 dólares por tonelada”, declaró.
“Hemos tenido en el transcurso del año atrasos en las entregas, algunos productos no se han podido entregar en tiempo”, agregó.
El extitular también se refirió a algunos de los productos indispensables para los cubanos, como el pan y el café, y que desde hacía meses la población apenas recibía.
En medio de un discurso desesperanzador para la población, el ministro de Economía apuntó que Cuba debe “depender cada vez más” de lo que sea “capaz de producir”.
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