Esta semana, Cuba ha experimentado los apagones más extensos de los últimos tres meses, según los informes emitidos por la estatal Unión Eléctrica (UNE), según reporta Martí Noticias.
La situación, que ha generado un gran malestar en la población, se atribuye a múltiples fallas técnicas que obligaron a desconectar seis plantas eléctricas de la red nacional, dejando a gran parte del país en la oscuridad durante largas horas.
En la provincia de Matanzas, la situación ha sido particularmente grave. Durante la noche del jueves, el servicio eléctrico apenas se mantuvo en zonas críticas como el polo turístico de Varadero y los hospitales, según reportó en Facebook José Miguel Solís, un periodista oficialista que frecuentemente informa sobre los problemas en las termoeléctricas del país.
“Ya estamos adaptados, el cubano vive así”, comentó resignada Doris, una residente de Santa Marta, en el municipio de Cárdenas, durante una entrevista con la agencia Reuters mientras permanecía fuera de su casa, buscando un respiro en medio del calor sofocante y la falta de electricidad.
Este sábado, la UNE confirmó que el viernes “se afectó el servicio por déficit de capacidad las 24 horas”, una situación que solo comenzó a normalizarse alrededor de las cuatro de la madrugada. A pesar de este leve respiro, la crisis está lejos de resolverse.
“Durante las últimas dos semanas, los cortes de energía han tenido un promedio de 10 horas al día”, relató Ariel Rodríguez, empleado de un restaurante en Santiago de Cuba, una provincia que en marzo pasado fue escenario de protestas masivas debido a los continuos apagones que afectaban a la población.
La crisis energética no solo impacta la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también golpea duramente la economía, afectando sectores cruciales como la agricultura. “Los apagones afectan todos los sectores de la economía, incluida la agricultura, donde los sistemas de riego necesitan de la electricidad”, explicó un residente de Pinar del Río.
A pesar de la presión social, las autoridades cubanas ya habían advertido a principios de semana que la situación no mejoraría antes de este domingo.
