MADRID, España.- La cubana Ana Marrero Suárez, suboficial en jefe en la Marina de Miami, compartió su “receta” para el éxito como líder: trabajo duro, disciplina, actitud positiva, equilibrio y autodisciplina.
En reciente entrevista publicada en el sitio oficial del Departamento de Defensa de Washington, Marrero Suárez explicó que estos valores le vienen arraigados de su infancia y adolescencia en Cuba, donde vivió hasta el 2008, fecha en que tenía 19 años —ahora tiene 32— y en la que emigró a Miami con su familia.
“Crecí en un país muy pobre, no tenía comida muchos días al mes, no tenía ropa, crecí pobre”, dice. Y considera que el beneficio de trabajar duro y tener disciplina da dividendos pase lo que pase”.
“Nada puede detenerme porque desde pequeña me enseñaron estos valores que llevaré conmigo por el resto de mi vida”, aseguró.
Al hablar de la importancia de mantener una actitud positiva, menciona a su madre, quien “le inculcó la creencia de que no hay imposibles y que las únicas barreras existen en la mente”.
El camino de Ana Marrero Suárez en la Marina comenzó, hace ya diez años, cuando tomó la valiente decisión de unirse sin hablar inglés. Su determinación la llevó a superar barreras lingüísticas y a ascender en las filas.
Siete años después de graduarse del campo de entrenamiento, regresó al comando de entrenamiento de reclutas, pero esta vez dando órdenes en español y ayudando a reclutas con antecedentes similares.
Al destacar la importancia del equilibrio y la autodisciplina en el liderazgo, reconoció haber aprendido estas lecciones trabajando incansablemente, pero descuidando su vida personal. Ahora, guía a sus marineros, instándolos a dar el 100 por ciento en el trabajo, pero también a estar presentes emocional y físicamente en sus hogares, reconociendo que la familia es un pilar crucial de apoyo.
Sobre su ascenso a suboficial en jefe en el USS Gerald R. Ford, dijo que lo considera uno de sus mayores logros.
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