Por su parte, Cubalex reportó que dos presos políticos se declararon en huelga de hambre en la cárcel de Melena del Sur, en la provincia de Mayabeque.
MIAMI, Estados Unidos. – Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves cuatro métodos empleados por las autoridades del régimen cubano “para reprimir la disidencia”, al tiempo que el Centro de Información Legal Cubalex alertó sobre la delicada situación de dos presos políticos que se declararon en huelga de hambre en la cárcel de Melena del Sur, en la provincia de Mayabeque.
Amnistía Internacional, bajo la etiqueta #CubaSinRepresión, señaló que las detenciones de corta duración funcionan como “herramienta de control e intimidación” y, en sus propias palabras, conducir bajo arresto a una persona por pocas horas o días “envía un mensaje de terror a quienes disienten”.
Otro recurso destacado por AI son los cortes de internet, utilizados “para silenciar las protestas”, con interrupciones selectivas que afectan especialmente a los activistas.
Como tercera táctica, la organización cita la criminalización de los opositores que se expresan públicamente: “Son perseguidos penalmente si no desisten en su lucha por el respeto a los derechos humanos”. En cuarto lugar, advierte que quienes alzan la voz contra el régimen son despedidos de sus empleos, medida diseñada para “castigar la disidencia y forzar la conformidad”.
Paralelamente, Cubalex reportó que los presos políticos Manuel Velázquez Licea y Juan Enrique Pérez Sánchez, encarcelados por su participación en las protestas del 11J, se encuentran en huelga de hambre en la prisión Melena 2. Según el relato del activista Marcel Valdés, ambos exigen la liberación de todos los presos políticos de la Isla y, de acuerdo con ADN Cuba, uno de ellos fue enviado a una celda de castigo el 25 de diciembre.
Cubalex señaló que la salud de Pérez Sánchez se ha deteriorado notablemente a causa de problemas médicos previos, sumados a las condiciones carcelarias. El centro recordó que el recluso ha realizado varias huelgas de hambre para denunciar “los abusos y maltratos que ha sufrido en prisión”. Sobre el contexto penitenciario general, Cubalex advirtió: “En las cárceles de Cuba, marcadas por abusos sistemáticos e indiferencia por parte de las autoridades, las huelgas de hambre se han convertido en uno de los últimos recursos de protesta”.
En medio de este panorama, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) divulgó su informe mensual correspondiente a noviembre de 2024, en el que reporta siete muertes de reclusos. Dos de esos fallecimientos, el del preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas en La Habana y el de Raúl Clejer Steris en Santiago de Cuba, estuvieron rodeados de denuncias de violencia, aunque las autoridades alegaron suicidio e infarto, respectivamente.
De acuerdo con el CDPC, otras cinco muertes en centros penitenciarios estuvieron vinculadas a la “deficiente atención médica, mala alimentación y pésimas condiciones”. El informe subraya que el número real de decesos en las cárceles cubanas podría ser mayor y precisa que, desde 2023 hasta la fecha, se han documentado al menos 73 fallecimientos en prisión.