Friday, September 20, 2024
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Amadeo Barletta y la General Motors en Cuba

SAN LUIS POTOSÍ, México.- Amadeo Barletta, un exitoso empresario italiano, es protagonista de una controvertida historia, como controvertida fue su vida.

Barletta había trabajado en el negocio del tabaco en la República Dominicana, pero se enfrentó al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, que tenía un monopolio con una empresa estadounidense.

El italiano, nacido en 1894 en Calabria, y nombrado cónsul honorario de Italia en la República Dominicana en 1933, se comprometió a apoyar esfuerzos contra la dictadura pero en abril de 1935 fue arrestado y el 4 de mayo condenado a cuatro años de prisión.

Para entonces Trujillo había adquirido las acciones pertenecientes a un ciudadano alemán, Richard Sollner, en la Compañía Anónima Tabacalera.

Tras la intervención de Benito Mussolini, Barletta fue liberado y se trasladó a Cuba en 1939.

En la Isla, se convirtió en el primer distribuidor exclusivo de General Motors. En La Habana también se hizo cargo de los asuntos consulares italianos, un puesto que asumió en octubre de 1940.

Sin embargo, el 30 de junio de 1941 optó por cerrar el consulado y se marchó a Argentina.

Varios adversarios suyos llevaron a cabo diversas campañas en las que se le presentaba como un peligroso y fanático fascista que constituía una amenaza para Estados Unidos debido a la supuesta existencia de una conexión mafiosa entre Amadeo Barletta y la CIA.

No obstante, las investigaciones llevadas a cabo por el FBI limpiaron su nombre de toda sospecha de espionaje y nunca fue considerado un criminal de guerra.

El 22 de diciembre de 1950, Felipe Pazos, Presidente del Banco Nacional de Cuba, concedió a Amadeo Barletta la Licencia Barletta No. 62, que le autorizaba a convertir el Banco Internacional de La Habana en el Banco Atlántico S. A.

En adelante, esa institución tendría sus oficinas en el noveno piso, en la Avenida Menocal 16 (antigua Infanta) y más tarde en la calle 23 y P, en el corazón de La Rampa, en el Vedado, en el mismo edificio ocupado por la General Motors, de la que Barletta era también director general.

Con Fulgencio Batista llegó a tener relaciones cordiales, como lo demuestra la presencia del gobernante en la boda de su hija Nelia, con Miguel Morales Abreu, el Marqués del Valle Siciliana, el 29 de octubre de 1953, según informó un texto en el blog Libre, de Demetrio Pérez.

Los Barletta vivían en la avenida 21, número 15014, entre 150 y 160, del Country Club.

Durante los gobiernos de Grau y Prío (1944-1952) la empresa automovilística de Barletta incrementó las ventas de Cadillac para altos dirigentes. También ofertó Oldsmobile para patrullas de policías y camiones al Ejército y otras dependencias.

Con el arribo de las fuerzas castristas al poder, en enero de 1959, las tropas rebeldes se apoderaron de 50 autos del Ambar Motors.

Para entonces, Barletta había construido la Terminal de Ómnibus de La Habana y decenas de empresas.

En 1960, fue despojado de varias empresas, entre ellas, Ambar Motor, Piezas y Accesorios Ambar SA., Rabma Auto Corporation, Super Taller de Mecánica SA., compañía Inmobiliaria Barash, Laboratorio Carlos Erba de Cuba.

Se asiló en la embajada italiana y se fue a Estados Unidos con su hijo Amadeo Jr.

En 1962, Barletta regresó a Santo Domingo y reorganizó su negocio de automóviles.

Allí falleció, el 27 de octubre de 1975, a los 81 años.

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