SAN LUIS POTOSÍ, México.- Sandro Castro se ha dejado ver días atrás en un restaurante especializado en productos del mar, probablemente al alcance solo de una minoría de cubanos que puede pagar unos 2.000 pesos por un entrante de ceviche en el establecimiento de Jaimanitas.
Acostumbrados ya a su vida de privilegios, que no ha tenido reparos en mostrar, el nieto de Fidel Castro exhibe ahora en sus historias de Instagram su paso por Santy Pescador, atestiguado por una imagen y una etiqueta donde indica el nombre del restaurante.
Tabaco en boca, y al parecer, de noche, Castro acudió a degustar los platillos del local situado a orillas del Río Jaimanitas, por donde se han dejado ver también otras personalidades cubanas.
“Es uno de los pocos lugares donde puede disfrutarse de los selectos frutos del mar caracterizados por la frescura y la peculiaridad de ser pescados por el dueño del local temprano cada mañana”, reseña el sitio Guía Excelencias Cuba.
Se trata de un restaurante especializado en pescado fresco y en marisco, ubicado en calle 240A entre 3raC y Río Jaimanitas, donde pueden encontrarse productos inexistentes en otros lugares del país: cobo, pulpo, langosta, langostino, almeja, camarón.
El costo promedio de los platos era de 2.000 pesos cubanos el pasado año, pero se desconocen los precios actuales y hasta el momento el restaurante no ha respondido a mensajes para indagar en detalles sobre el menú. El precio más bajo, en 2023, era de 1.500 por un entrante de cobo y el más alta, de 6.500 por un plato mixto de mariscos.
“Tal vez el restaurante no sea el mejor de La Habana, ni el que mejores precios ofrece, 25-30 CUC por persona (sin vino), ni el que mejor infraestructura tenga. Pero a mí me gusta y por ello no dejaré de recomendarlo”, recomendó años atrás Ángeles de Toro, jefe de Visados del Consulado de España en La Habana.
Santy no ofrece más que la pesca del día, como confirmó su dueño a Excelencias Gourmet.
“Del mar a la mesa… Cada madrugada salimos al mar a pescar, por tradición y porque así garantizamos que de nuestras cocinas salga lo mejor”, dijo Leo quien, según la revista gastronómica, es heredero del negocio fundado por su padre, Santiago Álvarez, aunque se desconoce si se trata del legendario documentalista cubano.
Sandro Castro no teme exponerse
El nieto del dictador Castro desató la indignación de los cubanos hace pocos meses con una publicación en Instagram donde aparecía en la lujosa finca “El Patrón”, bebiendo cerveza y disfrutando de un cómodo sofá con ropa de marcas reconocidas y su iPhone.
Esta ostentación provocó una ola de comentarios de ciudadanos indignados que no pueden entender cómo es posible que alguien pueda vivir tan ajeno e indolente con la realidad que le rodea.
Entre los comentarios, se leía: “¡Abajo los Castro! ¡Abajo el comunismo! Tienen un pueblo muriendo de hambre y miseria”. “Me gustaría ver una foto tuya en algún barrio marginal de La Habana llevándole comida a alguno de esos niños con tanta hambre y miseria que la mayoría de las veces no tienen qué comer…”; “¡Abajo los Castros! ¡Abajo el PCC! ¡Abajo la mierda comunista que ha hundido a mi pueblo en la miseria más espantosa! ¡Pagarán! Y la noche no va a ser eterna”.
Otros cuestionaban: “¿Qué se siente ser el nieto de un hombre que acabó con la vida de un pueblo?”.
Mientras la mayoría de los cubanos luchan por sobrevivir en un país donde la escasez y la miseria son el pan de cada día, la exhibición de lujos por parte de Sandro Castro y otros miembros de la élite cubana no hace más que agravar la indignación y el sentimiento de injusticia entre la población.
