MIAMI, Estados Unidos. – Autoridades estadounidenses expresaron “preocupación” ante el fortalecimiento de las relaciones entre el régimen cubano y las potencias autocráticas de Rusia y China, tras la reciente cumbre de los BRICS, un bloque de países que busca desafiar el dominio occidental en el panorama político y económico global.
“Seguimos preocupados por las actividades de Rusia y la República Popular China con Cuba, y seguimos tomando medidas para contrarrestarlas”, señaló un vocero del Departamento de Estado en declaraciones a Martí Noticias.
La Isla fue reconocida la semana pasada como socio del foro BRICS durante una reunión en la ciudad rusa de Kazán, junto a otros países como Argelia, Bolivia, Tailandia y Uzbekistán. Este bloque de economías emergentes comenzó como BRIC, formado por Brasil, Rusia, India y China, y más tarde, en 2010, se sumó Sudáfrica.
Medios estadounidenses como el diario Wall Street Journal han reportado una cercanía cada vez mayor entre Cuba, China y Rusia. El rotativo incluso aseguró meses atrás que en la Isla se estarían construyendo bases militares chinas y que en territorio cubano operan espías rusos con el objetivo de vigilar las actividades militares de Estados Unidos en la región.
“Seguimos confiando en que podemos cumplir todos nuestros compromisos de seguridad en nuestro país y en la región”, declaró el vocero del Departamento de Estado, reiterando la postura de Washington frente a las crecientes tensiones y la necesidad de proteger los intereses estadounidenses ante la posible influencia de actores externos como Rusia y China.
No obstante, el representante de la cancillería estadounidense enfatizó que el Gobierno cubano tiene derecho a “escoger los países o grupos con los que desee estar asociado”, aunque estas alianzas despierten inquietud en Washington.
En medio de esta tensión diplomática, el vocero estadounidense aprovechó para aclarar algunas afirmaciones hechas por el ministro de Relaciones Exteriores del régimen cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, durante su visita a Rusia. El canciller cubano había atribuido los recientes apagones en la Isla al embargo estadounidense, afirmando que “en un solo año, EE.UU. había detenido a 53 barcos y 27 compañías que buscaban abastecer el sistema eléctrico de Cuba”.
Sin embargo, el Departamento de Estado respondió que “Estados Unidos no tiene la culpa de la situación energética general en Cuba” y aseguró que “no bloquea los barcos que se dirigen a Cuba”. Asimismo, recordó que el embargo se trata de una ley que prohíbe realizar negocios con la Isla a las empresas estadounidenses, pero no impide el comercio con terceros países.
“Como hemos visto en los últimos años, las condiciones económicas de Cuba, derivadas de una mala gestión a largo plazo de su política económica y de sus recursos, han aumentado las dificultades del pueblo cubano”, señaló el vocero del Departamento de Estado. La Isla atraviesa su peor crisis económica en seis décadas debido a las ineficientes políticas de estilo soviético que ha implementado el régimen y al colapso de su sistema electroenergético.